El misterio del parto en la respiración tolteca.
- En octubre 27, 2014
- Por Oscar Espadero Blanco
- En chamanismo, educación
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Abrir la caja de pandora siempre es un misterio y una sorpresa. Desplegar las velas del hermoso barco vikingo que, emulando las gestas nórdicas, surca silencioso los confines del cielo en una noche estrellada. Así experimentamos el viaje iniciático que hace nuestra mente-emociones para encontrarse con el Espíritu en la respiración tolteca. En la última sesión nos reunimos con un puñado de valientes dispuestas a despegarse del tumultuoso cotidiano y preparadas para sumergirse en su propio misterio. Fue casi llegando a puerto que el barco tomó la deriva de quienes tienen asuntos que resolver dentro de su útero. Una combinación de las circunstancias personales con la bioenergética del movimiento respiratorio que en su tercera fase alienta acompasar la respiración con la basculación de la pelvis, en clara postura de parto. La cuestión es que ahí estaba otra vez, la perentoria necesidad de arreglar cuentas con un destino que a veces no comprendemos.
De permitirse dar a luz al niño que no fue. De llorar el conflicto de dar a luz solo uno de los hijos y tener que estar feliz por el nacimiento. Ayer pudo por fin soltar. Soltar literalmente. Mis cejas hicieron un arco a la vez que me llevaba la mano a la boca en gesto de sorpresa cuando su barriga volvió a tomar las dimensones de aquel día agridulce. Y esta vez se pudo dedicar al otro gemelo, al que no escuchó llorar. Acabo de recibir un mensaje suyo, ahora está feliz. Y yo quería compartirlo. Gracias L.
Oscar Espadero